EL SALDO NEGATIVO para la caja de la Seguridad Social entre las pensiones que abona en Galicia y los ingresos por cotizantes es otra cara de un mismo problema: el envejecimiento y la pérdida de población. No hay más truco, salvo que en este caso la actividad económica no puede desvincularse del descenso demográfico: salen jóvenes bien preparados y no se atrae mano de obra foránea. Y, otra singularidad del país, un porcentaje de esos pensionistas que cobran en Galicia son emigrantes gallegos retornados.
Ganas de enredar
La orden para que la bandera española, con ocasión de la Semana Santa, se izase a media hasta desde el jueves a el domingo, o fue una decisión no medida o fue una forma premeditada de provocar. Habrá que decir inmediatamente que la polémica es absolutamente estéril. Pero bastantes problemas reales hay para ocupar a los representantes de la ciudadanía sin necesidad de generar distracciones o desvíos de atención. Ni la bandera a media asta ni la polémica que genera son prioridad o preocupación en un país en el que se acumulan los problemas. Sea legal o no, que hay doctrinas para todos los gustos, no resultará fácil encajar en un Estado aconfesional la bandera en señal de luto en los acuartelamientos militares por una festividad religiosa. Habrá que escuchar la explicación de la ministra de Defensa para saber si hay algo más que el "respeto a una tradición". No sería argumento suficiente en este caso, aunque aquí impere la tendencia a despreciar y pretender borrar cualquier tradición. Ya puestos, el componente luctuoso para la liturgia cristina será el viernes: ¿cómo se compagina la bandera a media asta con el sábado de Gloria?
