Opinión

No hacía falta ir a Barcelona

SI PARA la portavoz de Quim Torra, Elsa Artadi, consejera de Presidencia, el «Consejo de Ministros no necesitaba ir a Barcelona para las medidas que acordó», es, admítase o no, toda una descortesía hacia Pedro Sánchez. Pero si el Consejo de Ministros en Barcelona fue intrascendente para Cataluña, como se deduce de la valoración que hace la portavoz de la Generalitat, más incomprensibles resultan todos los problemas de orden en las calles que organizaron los manifestantes independentistas. Claro que la portavoz de Torra no ve violencia en los choques con los Mossos, en el corte de vías de comunicación o en las acciones de fuerza que pretendían impedir la normal reunión del Gobierno. Sánchez tendrá Presupuestos para seguir un año más pero no tiene interlocutor en Cataluña para avanzar en desdramatizar.

Francisco y la transparencia

El Papa agradece el trabajo de los medios de comunicación «que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas». Asegura que la Iglesia «nunca más encubrirá o subestimará» los abusos «de estos lobos». Recuérdese Spotlight, sobre hechos reales. También, son palabras de Francisco, «la Iglesia pide que no se guarde silencio y que salga a la luz de forma objetiva, porque el mayor escándalo en esta materia es encubrir la verdad». La posición de este Papa está a años luz de quienes bajo el pretexto de imagen o del «daño» a la institución practicaron, pidieron y exigen silencio. E incluso, como sucedió con alguna máxima jerarquía católica española reciente, no dudaban en denunciar «persecución» en la transparencia que ahora elogia el Papa con valentía frente a «los lobos» y con acierto ético y de interés para la imagen de la institución eclesial.

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