LA LIMPIEZA que los palistas del Club Fluvial de Lugo realizaron en el río Miño a la altura del puente romano es una muestra de que la educación medioambiental es asignatura pendiente entre algunas personas: desde señales de tráfico al chasis de una moto o una caja fuerte -vacía, por supuesto-, aparecieron en el fondo del río. El cauce se entiende como un basurero y no se repara en las consecuencias contaminantes de esos objetos. Chocan estos comportamientos en una sociedad que se supone altamente sensibilizada en materia de medio ambiente y en respeto y conservación de la naturaleza. Supone, al margen de labores policiales y sancionadoras, que algo falla en la educación y algo falla en la facilidad que han de encontrar los ciudadanos para deshacerse por los cauces adecuados de productos destinados a la basura o al reciclaje. Solo el incivismo no explica, por ejemplo, los plásticos agrícolas que se encuentran en el campo tirados por los caminos y las pistas.
Hablar de garbanzos
Ocuparse de los garbanzos en la política supone tratar de las cuestiones que afectan directamente a la vida de los ciudadanos, como el poder adquisitivo. El butano es la fuente de energía para la cocina o el agua caliente para muchos hogares que con seguridad no son las rentas altas. Pues cuando sube el recibo de la luz de forma descontrolada, sube también la bombona de butano 69 céntimos, hasta 14,61 euros. Y políticos y medios ocupados en los máster.
La ministra
Si una ministra -la de Defensa- no ve las consecuencias de sus decisiones -lo dijo Pedro Sánchez, presidente-, queda descalificada totalmente para ejercer esa responsabilidad.
