Opinión

Pasado y presente

TRANSFORMAR el Valle de los Caídos en un homenaje a todos los caídos de los dos bandos en la Guerra Civil o a todas las víctimas de las guerras de España es una idea que compartirá la mayoría de la ciudadanía. No será fácil descargar esa inmensa cruz y ese monasterio de la significación de parte —franquismo— con la que nació y se contempló. La retirada de los restos de Franco se justifica por ese objetivo de reconciliación. Corresponde a la familia Franco decidir el lugar para el traslado. Casi ochenta años después del final de la guerra y cuatro décadas largas después de la muerte del dictador no hay afortunadamente razones para ejecutar como un hecho extraordinario esta medida. Es pasado y es historia. Puede ser hasta un anacronismo. No hay que traerlo al presente. Hágase desde el silencio. Parece que lo pediría un Valle de los Caídos, en su valor simbólico, como memorial de todas las víctimas de la guerra.

Meilán Gil

Una destacada figura política, además del Derecho y el mundo universitario, protagonista de la Transición en Galicia y del complicado proceso que llevó al Estatuto de Autonomía desaparece con la muerte de José Luis Meilán Gil. Era uno de los testimonios fundamentales de ese período y del proceso que llevó a la autonomía en Galicia. Fue uno de los políticos significados en el liderazgo desde la provincia de A Coruña, como Antonio Rosón en Lugo o Eulogio Gómez Franqueira en Ourense, de las diferentes "familias" de la UCD gallega. Un tiempo que se caracterizó también por las tensiones que hubo dentro del centrismo, fuerza electoral mayoritaria en Galicia. El político que murió el martes en A Coruña abandonó la política activa tras la hecatombe electoral de UCD y regresó a la normalidad de su vida académica universitaria.

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