EL MINISTRO de Fomento, Íñigo de la Serna, estuvo en Sarria y en Lugo. El viaje del titular de Fomento a Lugo es políticamente comprometido por las demandas pendientes con su departamento, por la activación de las protestas para el mantenimiento de carreteras y de la A-6; finalización de autovías, al menos Lugo-Santiago desde el realismo, y el ya cronificado problema de O Fiouco, en la A-8. Una demanda histórica: la modernización de los servicios ferroviarios. El titular de Fomento, con el presidente de la Xunta delante, le puso plazo, estimación de presupuesto y tiempo de recorrido con la incorporación de Lugo a la alta velocidad ferroviaria, que llegará a Galicia por Ourense. «Sería una mutilación que Galicia tuviese una ciudad sin Ave», en opinión de Alberto Núñez Feijóo, para describir la situación de Lugo hasta ahora mismo. Isabel Pardo de Vera Losada, lucense y directora general de Explotación y Construcción de Adif, asistió a este compromiso del ministro y de reivindicación del presidente gallego: año 2021 y 3 horas y 47 minutos para el viaje entre la capital lucense y Madrid. Obviamente, esto hay que traducirlo en presupuestos y en cifras y letras en el Boe, como recordó la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez. Hay un hecho relevante en la presencia ayer del titular de Fomento en Lugo, aunque se vea como un paso simbólico y con todas las precauciones: se marca una fecha, se explica un plan -con dos fases diferenciadas entre Lugo y Monforte y entre la ciudad del Cabe y Ourense- y se cuantifica económicamente, 1.600 millones de euros, la inversión. Además el ministro lo valora como «realista» . Un avance. A partir de este momento, las demandas pueden ser concretas. La presión de la Xunta sobre Fomento y el Gobierno existe y existirá. La presencia de una lucense en Adif es también un dato positivo para la ejecución.
