Opinión

Lisboa: solo gráficos

«En Lisboa sobre o mar/barcas novas mandou labrar». Es el arranque de un cantiga medieval, que modernamente musicó Amancio Prada. Pedro Sánchez, que aspira a ser presidente de Gobierno en en esta legislatura, se fue a Lisboa a labrar en su nueva barca. La «de una gran coalición de izquierdas». La única que le puede para salvar en las aguas revueltas del PSOE. La foto libostea —mesa y sala desnuda, solo agua— busca afirmación de mando interno: reafirmar un liderazgo cuestionado. Y busca credibilidad como alternativa de poder real frente a Rajoy. El socialista Antonio Costa es primer ministro con el apoyo de comunistas, ecosocialistas y Bloco de Esquerda para desplazar al conservador Passos Coelho, que había ganado las elecciones. La foto de ayer en Lisboa puede buscar ese mensaje de serenidad frente a las acusaciones de «aventurismo». Pedro Sánchez viajó a Lisboa por el mensaje de la foto. Nada absolutamente aclaró sobre ese objetivo de una gran coalición de izquierdas. El actual líder del PSOE es un político de frases cortas, de eslóganes como expresión máxima de discurso político. No aclaró si su opción es un gobierno monocolor socialista —la fórmula portuguesa— o un gobierno de coalición. Tampoco se sabe con qué grupos políticos por la izquierda construiría esa barca que le lleve al puerto de La Moncloa. No es asunto menor conocer los compañeros de esa hipotética navegación hacia el poder. Nada aclaró: la convocatoria a los medios en Lisboa pudo ser del tipo «solo gráficos». La suma de fuerzas que necesitó António Costa en Lisboa para mandar a la oposición a los conservadores de Passos Coelho no sirve en España. Por eso algunos dentro del PSOE le recuerdan a Pedro Sánchez que no salen los números. La barca que intenta labrar con la foto en Lisboa es la única que le salvaría en el liderazgo interno en el PSOE.

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