Opinión

La sal de la colaboración

En Castroforte de Baralla "roubaron o Corpo Santo", según testimonio que dejó Gonzalo Torrente Ballester. A la Diputación de Lugo le han desaparecido —de momento no se puede decir si se las han robado— toneladas y toneladas de sal. Las guardaba en silos situados en diferentes puntos de la provincia. Con las nevadas de estos días llegó el momento de ir a por la sal y, como sucedió con el Corpo Santo, se descubrió que había desaparecido. No se sabe si es robo o recurso de necesidad de otra administración pública. En este supuesto, estaríamos, con probabilidad, ante una forma encubierta de la tan reclamada colaboración entre las diferentes administraciones públicas. El responsable del asunto en la Diputación, el vicepresidente Manuel Martínez, apunta a que la autoría hay que atribuírsela a otra administración pública. Tendrá que ser la estatal o la autonómica. Un ayuntamiento no sirve: forma parte integrante e inseparable de la misma categoría que la Diputación. No sería otra. De no ser un robo, estaremos ante una colaboración entre administraciones, condimentada con sal. De alguna forma había que empezar.

Información y persecución

Un préstamo de 5.000 euros tiene unos gastos de 4.500. Y el prestamista puede acabar haciéndose con el piso del deudor. Le llamaremos víctima. Esto sucede ahora, se publicita y hasta pueda que se ejecute. Se podrá hablar de algo diferente a desinformación por parte de quien recurre a esta vía para acceder a un préstamo. Pero también se podrá hablar de falta de control efectivo sobre estos prestamistas que, además, se anuncian en medios gratuitos. Si las grandes competencias en cuestión financiera ya se las llevó Europa, a los vigilantes locales-estatales en la materia les corresponde hacer imposible estos hechos.

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