LA IMPUTACIÓN de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ex director general del Banco de España, y de Julio Segura, expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por la salida a Bolsa de Bankia no debería sorprender. La sorpresa será que mientras cinco directivos de la antigua caja gallega están en la cárcel, de otros grandes escándalos no se ha pasado ni a la fase de pedir explicaciones a quienes deben darlas. Alguna habrán de dar en el caso Bankia el entonces gobernador del Banco de España (BE) y el presidente de la CNMV, con esos tres responsables de la inspección que el lunes dimitieron de sus responsabilidades en el Banco de España. Si el equipo de inspección del BE hizo reiteradas advertencias sobre la inviabilidad del grupo y de un grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes, alguien tendrá que explicar las razones de avanzar al precipicio. Y quién lo decidió. El caso Caja Madrid es uno de los mayores escándalos conocidos hasta ahora en las cajas españolas. Es a los jueces a quienes corresponde determinar responsabilidades. Pedir desde la ciudadanía que resultó perjudicada explicaciones e información no supone ni juicios paralelos, ni penas de telediario.
Turismo
Prácticamente está todo por hacer para una eficaz promoción turística de la provincia de Lugo que se traduzca en resultados. Hay un estudio del Eixo Atlántico que podría servir de base para abrir una nueva etapa que supere estériles acciones localistas y planteamientos que buscan básicamente la rentabilidad en el consumo político interno. Hay producto para atraer turismo y contar con un importante recurso económico, falta inversión en infraestructuras y sobra improvisación aunque sea para hacer oposición.
