Opinión

Interés y hartazgo

LA ENCUESTA del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) puede ser el único aporte que marque un simbólico inicio de campaña electoral en Galicia o en el País Vasco. Las pegadas de cartel como arranque de un tiempo nuevo e intenso de campaña pertenecen al pasado. Hoy es un rito que no rentabiliza en audiencia ni la conexión directa de la televisión pública de turno. Por lo demás, agosto ya fue tiempo de intensa campaña en Galicia, aunque el bloqueo en el Congreso de la investidura de presidente del Gobierno haya mandado a un segundo plano la campaña gallega. En contra del interés suma también el hartazgo del electorado con la política y con las llamadas a votar. Los datos del CIS no dejan lugar a dudas: la mayoría de los encuestados en Galicia declara que le presta poca atención a la información de campaña. Probablemente a partir de ahora las campañas gallega y vasca pasen a ocupar la atención mediática, fundamentalmente madrileña, por la hipotética repercusión que los resultados en ambas comunidades puedan suponer en la política española y en la carrera de algunos líderes, como Pedro Sánchez o Mariano Rajoy. Para lo que es interés de los asuntos específicos gallegos –los que administra la Xunta– no deberían leerse la campaña ni las elecciones en clave de política española. Pero incidirá, hasta en la decisión del votante gallego en unas elecciones autonómicas. Lo que realmente se decidirá el 25 de septiembre es quién va a gobernar Galicia y cómo queda el mapa político gallego. 1) La continuidad o no de Feijóo. 2) La fuerza del PSOE para mantenerse como segunda fuerza o sufrir el ‘sorpasso’. 3) Hasta dónde llegan electoralmente los grupos que se acogen a En Marea. Y 4) en caso de que el PP no pueda formar la Xunta, quién lideraría la alternativa: Leiceaga (PSOE) o Villares (En Marea). Claro que son importantes estas elecciones también en clave gallega.

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