Opinión

Impunes

EL MINISTRO DEL INTERIOR realiza balance triunfal de la lucha de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado contra la corrupción. Dicho así, podría pensarse que la iniciativa de esta tarea es del Ejecutivo y no de los jueces y las denuncias de asociaciones y particulares.
Frente al trinfalismo del ministro recojamos un par de datos que apuntan a lo contrario. Faltan medios personales y técnicos en la Justicia para trabajar. España dispone de 11 jueces por cada cien mil habitantes frente a la media europea de 22. Sin incrementar y mejorar los medios de la Justicia, se decide  limitar a 18 meses el período de instrucción. No hay más lectura posible que una: el objetivo de «punto final». De impunidad. Más de un millar de  políticos están implicados en casos que investigan los jueces. En el discurso frente a la corrupción no figuran más jueces.

Un peligro. Es un error ver como algo meramente cómico a Donald Trump, aspirante republicano a la nominación como candidato presidencial. Negar la realidad de un problema no lo resuelve. Las posiciones  que defiende serían un retroceso interno y serían un problema para el mundo. Su victoria en Carolina del Sur le afianza y demuestra que es algo más que un fenómeno grotesto que encuentra el eco de sus excentricidades y extremismos en los titulares de la prensa mundial. Que el papa Francisco, al fin, a su regreso de México se decidiera a calificar como no cristiana la política de levantar barreras a las personas —las lindezas que dedica Trump a mexicanos e hispanos en general— supone romper el silencio moral, que es el que le corresponde al Papa, y no político, ante lo que se vislumbra como
un peligro. Trump es un magnate inmobiliario pero es la antítesis de un liberal clásico, sobre todo de un liberal político europeo. Así lo demuestra cuando pide el boicot a Apple por negarse al FBI a desbloquear un teléfono privado.

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