Opinión

Frivolidad y franquismo

EL DESCONOCIMIENTO del franquismo y de la España del franquismo, por razones vitales o por falta de lecturas y estudio, no justifica la frivolidad e irresponsabilidad con que se utiliza para valorar situaciones de la España actual. Quien dice ver franquismo en las respuestas del Gobierno al ‘procés’ de estos últimos meses ignora las líneas más básicas de la dictadura franquista. Los simulacros de referéndum eran exclusivos del régimen. No es creíble el desconocimiento en personas como un exprimer ministro belga o en políticos en activo por muy cargados que estén de orejeras ideológicas. Se les supone alfabetizados. Es un recurso simplista, tópico y ofensivo para el conjunto del país y, desde luego,una absoluta falta de respeto para quienes lucharon por las libertades. Es la carencia de argumentos, de explicaciones que pudan justificar comportamientos que traspasaron todas las líneas de la legalidad democrática.

Salud mental

Es de suponer que los problemas de salud mental entre la población estadounidense serán procentualmente equivalentes a los de cualquier otro país con un nivel de desarrollo equivalente. El presidente Trump no debe pensar lo mismo. En los dos últimos sucesos graves -atentado de New York y tiroteo en una iglesia de Texas- la primera explicación del presidente fue una cuestión de salud mental. Cuando le preguntaron por el problema real de la venta libre y posesión de armas, como si estuviésemos en tiempos de la conquista del país, Trump ofreció la explicación que ni se le había ocurrido a la NRA (Asociación Nacional del Rifle): el problema son los desequilibrados y no la libre posesión de armas. A ver sobre qué o quién actúa este no muy equilibrado personaje.

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