Opinión

Explicar esa deportación

LAS AUTORIDADES políticas de Interior acostumbran a colocarse hasta el exceso, cuando no el rídiculo, delante de las cámaras para decir una evidencia sobre una noticia positiva. Ya se incorporó el nuevo titular a la costumbre de su predecesor. Suplantan con frecuencia el papel que debería cubrir un portavoz profesional de la Policía o la Guardia Civil. Hay que tener sentido de la dimensión de la noticia para que aparezca el político o dejarlo en manos de los profesionales. Lo coherente con la práctica sería esperarlos en los telediarios de ayer [lunes] dando explicaciones sobre la deportación a Paraguay de un joven de 19 años que llevaba viviendo en Santiago desde los 5 y que deja aquí a la madre y un hermano pequeño, según el Foro Galego de Inmigración. La razón, cumplir la mayoría de edad y no disponer de trabajo. Esa deportación, si se produjo en los términos que se conocen, necesita más de una explicación. Nadie ha desmentido nada. Si fue así, sin más motivaciones, es "inhumana" y arbitraria, aunque existan mil reglamentos para agarrarse a ellos. 

Es el camino 
"Éxito sin precedentes", dijo el consejero de Educación de Asturias al informar de la conferencia sectorial del Ministerio de Educación y consejeros de las comunidades autónomas. Hubo acuerdo sobre reválidas y prueba de acceso a la universidad. Además, según el informante, fue probablemente la reunión más corta de los últimos cinco años. Había, al fin, voluntad de entenderse. La consejera andaluza de Educación, Adelaida de la Calle, declaró que "este es el camino" que llevará a alcanzar un pacto por la educación, aunque haya muchos escépticos por el temor a que irrrumpa al final el zascandileo partidista que impida hacer real el acuerdo.

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