Opinión

Enterarse y enmendar tarde

RAJOY SE compromete cuando está como presidente en funciones a volver al huso horario que corresponde a España –como el de Londres o Lisboa– por su posición geográfica y que el franquismo cambió para mostrar su adhesión a la Alemania de Hitler, adoptando la hora de Berlín. Nunca será tarde para acogernos a la hora que nos corresponde, sobre todo en Galicia, y para racionalizar los horarios al modo de la Europa a la que pertenecemos. Quienes desde el cretinismo nacionalista que produce reducir España al pensamiento único del madrileño barrio de Salamanca, ya empiezan con la particularidad del clima y la siesta para defender los usos trasnochadores de cenas, espectáculos y televisiones, pueden reparar en Portugal. Cristóbal Montoro reconoce, o se entera, cuando está en funciones de que el sistema de financiación autonómica no es válido y de que no han sabido construir y consolidar el Estado autonómico. Dos ejemplos de mensaje, ciertamente en clave electoral, que evidencian la facilidad para predicar, en el caso de Cristóbal Montoro algo evidente, y las resistencias para dar trigo. El choque entre Hacienda y las comunidades autónomas se ha mostrado inútil: el objetivo de déficit no se cumplió –excepción hecha para Galicia y otras dos comunidades– y ahí queda un reto para el próximo Gobierno. El nuevo ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, muestra todo su talante negociador para crear puentes de diálogo –la Lomce, por ejemplo– donde su colega anterior, José Ignacio Wert, se dedicó a bombardear y a dejar cargas de dinamita política, también con contribuciones importantes al objetivo de impedir construir y asentar el Estado de las autonomías, desde una soberbia política e intelectual que lo descalificó finalmente a él, aunque disfrute en París de una beca extraordinaria.

Comentarios