Opinión

Enfoques de un acuerdo

"UN BUEN ACUERDO", opinaban este miércoles medios no nacionalistas vascos, subrayemos no nacionalistas, sobre el pacto del Gobierno de Rajoy con el PNV para sacar adelante los Presupuestos del Estado. Obviamente aporta mucho aire económico al Gobierno vasco pero también político de interés general: se "han arreglado algunos problemas endiablados que llevaban años enquistados", sostenía en la edición digital de El Correo Ignacio Marco-Gardoqui. El empresario y columnista del grupo Vocento advertía sobre las interpretaciones de "crítica severa" de algunos medios madrileños. ¿Hay que apuntarse desde Galicia a las interpretaciones sobre este acuerdo de quienes se sienten perjudicados/traicionados en Madrid? ¿Responden a los intereses de Galicia? En cualquier momento, y en estos más, es importante para la estabilidad general que el País Vasco, máxime después del final de la violencia de Eta, no se convierta en 'cuestión vasca', como ha sucedido con Cataluña, por la deriva alocada de unos y la ceguera cerril de los otros. Esto, al menos, en un plano político general debería ser objetivo a compartir por quienes se declaran "constitucionalistas". El acuerdo sobre las "cuentas" del Cupo —la cantidad que el País Vasco abona al Estado por las competencias no transferidas— son para expertos pero sí zanjan un conflicto que existía desde hace años. Obviamente es envidiable desde Galicia la inversión que recibirá la alta velocidad vasca, si se cumple. Es evidente que la comparativa de la financiación per cápita que permite el Concierto favorece a los vascos pero también es cierto, como sostienen desde Euskadi, que los ingresos per cápita son allí mayores "y que los marginales del IRPF superan a los de la mayoría de las comunidades autónomas". El objetivo de Galicia ha de ser crecer a ritmo mayor que la media, como se anunció este miércoles, y tener peso político.

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