XOSÉ MANUEL BEIRAS organizó esta semana en el Parlamento otro espectáculo lamentable por el contenido de sus expresiones, por hacer trizas el comportamiento que se espera de un diputado en la Cámara y, por supuesto, por la estima que merece el protagonista. Pero el «golpistas, racistas y fascistas», que Beiras ya ha banalizado como un recurso tópico a falta de argumentos, no logra ocultar que dos grupos políticos, Age y BNG, no apoyaron la condena a la falta de respeto a los derechos humanos y a las libertades en Venezuela. Tampoco parece que el régimen bolivariano sea respetuoso con los gallegos que residen en Venezuela. Aunque solo fuese por la norma de primacía de los nacionales, desde la Cámara gallega habría que esperar expresiones de solidaridad y apoyo a la colonia gallega en Venezuela. No se necesitan bolivarianos aquí.
Excesos de Abel Caballero
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, vuelve a la carga con sus excesos. No necesita campaña electoral para ello. Su posición en contra del acuerdo de los tres rectores gallegos sobre la titulación de Medicina es grave por marcar una línea de irracionalidad política y el desprecio a los intereses de Vigo y de Galicia. Caballero seguirá pidiendo una facultad de Medicina para Vigo. El programa de Abel Caballero se define en tomar posición contra el resto de Galicia. Estos exabruptos no se puden dejar pasar como «cosas de Caballero». Un partido -el PSOE en este caso- que aspira a gobernar Galicia ha de marcar líneas rojas a la primacía del localismo político que lastra el desarrollo de las ciudades y del conjunto de Galicia.¡Es circo! Someterse ilimitadamente a la cautividad que se acepta del pequeño líder, que cultiva el huerto local para exclusivo interés personal y para esparcir estiércol contra todos.
