Opinión

El color de los emergentes

ESA FOTO de un traje en twitter, sin acuerdo entre los usuarios de la red para determinar el color, es el equivalente a las clásicas polémicas y teorías sobre el conocimiento o, en términos más domésticos y actuales, es un reflejo de la fuerza que se le otorga a los grupos políticos emergentes en el escenario español. ¿Viene el tsunami sobre el bipartidismo que marcó las últimas décadas? ¿Es posible el conocimiento objetivo? Será poca esa fuerza política de los emergentes en las elecciones lcoales, tal y como pronosticó José Ramón Gómez Besteiro, líder de los socialistas gallegos. Probablemente. Pero ya no parece que sea igual el pronóstico si miramos para las próximas elecciones regionales andaluzas. O para las próximas autonómicas en Galicia. Así se deduce tanto de las encuestas como de las advertencias que lanzan en los mítines desde el PP y el PSOE. Ayer mismo en Santiago, y la cita inmediata en Galicia es local, avisó Soraya Sáenz de Santamaría. La otra cuestión de fondo a partir de esa foto de un traje en twitter, que sembró el desacuerdo sobre su color entre quienes la vieron en sus artilugios tecnológicos, supone actualizar por la vía práctica un problema fundamental en filosofía sobre las teorías del conocimiento. Quizás estemos ante una síntesis para la era digital de todas los formulaciones filosóficos sobre el conocimiento.En el tiempo de las redes sociales pudimos asistir, sin percatarnos, a una lección práctica de gnosología, epistemología o teoría del conocimiento. Como podemos asistir, con esas visiones tan contrapuestas de un mismo traje, a un reflejo de que la realidad política se ve de formas muy diferentes desde quienes se turnaron hasta ahora en el poder y amplios sectores de la opinión pública. Los del malestar y el desafecto con la política. La hipótesis de que hay fuerzas políticas emergentes es verificable, al menos en las encuestas. ¿El miedo es la respuesta?

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