EN LOS contenidos de la guía roja Michelin para 2018, que se difundieron el miércoles desde Tenerife, un año más no aparece estrella alguna en restaurantes de la provincia de Lugo. ¿Tiene o no alguna importancia este hecho? Si el objetivo es un turismo de calidad, con capacidad de gasto, es obvio que los reconocimientos de esta guía, como algunas otras en dimensión diferente, contribuyen de forma eficiente a tal fin. Pero quizás esté sin definir —o no se quiere— el modelo de turismo que se busca y el plan o planes para hacerlo realidad.
Es responsabilidad de las administraciones públicas que llevan años, proyectos y jornadas mareando la perdiz con el turismo de la provincia de Lugo. Vendiendo paja. La tarea que corresponda a la iniciativa privada va a ser prácticamente imposible que se produzca si desde las administraciones públicas no se trazan caminos en tal dirección, tanto en un planteamiento general de la provincia como muy particularmente con los escenarios concretos de la propia capital, A Mariña y la Ribeira Sacra.
ENREDOS. Los locales de A Tinería, en la capital lucense, pudieran escribir otro capítulo de los barullos habituales aquí entre administraciones con distinto color. Los tiempos previos parecen apuntar: el IGVS anuncia la subasta de unos locales, la alcaldesa declara la intención de hacerse con ellos por compra o cesión, el delegado de la Xunta acepta venderlos y reinvertir el dinero en A Tinería, y desde el Concello se matiza que se trata de sentarse a negociar la cesión. O sea, uno no parece dispuesto a comprar y el otro no está dispuesto a pasarlo gratuitamente. Si desde el principio siempre se fijasen nítidas las posiciones sería difícil enredar para el gran objetivo de noquear en la dialéctica al contrincante.
