Opinión

Daños más próximos

LOS INDEPENDENTISTAS deben saber, según Felipe González, que Cataluña está más próxima a perder la autonomía que a alcanzar la independencia. Es un diagnóstico a considerar. Los independentistas están generando un daño grave al reconocimiento normalizado de la realidad lingüística plural de España. Deben asumir la responsabilidad ante todos cuantos buscan una convivencia normalizada de la pluralidad lingüística entre castellano, gallego, catalán y euskera. El movimiento secesionista en Cataluña alimenta y refuerza la tradicional fuerza centrípeta de la política española, que nunca desapareció.

El uniformismo, el centralismo, la visión como separatista de todo lo que signifique singularidad o particularidad se impone y se alimenta bajo el pretexto del secesionismo. Algunos medios de Madrid acrecientan irresponsablemente el conflicto para obtener las simpatías de la extrema derecha. Quienes nunca aceptaron la realidad de una España plural —singularmente en Cataluña, Galicia y País Vasco— se han desatado y destapado en sus acciones, declaraciones y posiciones frente al autonomismo o a la diversidad integrada en una unidad. Llegan a negar la realidad y posibilidad de una España plural por cuanto solo admiten como unidad la que se identifica con el uniformismo impuesto desde el centro. No hay visión de Estado de las autonomías. No se fomentó. Se estuvo desde el constitucionalismo en posiciones vergonzantes, en la absoluta tibieza, ante el uniformismo centralista o el nacionalismo separatista.

La reaparición artificial, y fomentada, de las confrontaciones lingüísticas, con posiciones absolutamente demagógicas y falsas, es una buena muestra de los efectos que produce el secesionismo catalán y la falta de autonomistas. España precisa que el constitucionalismo asuma sin complejos la pluralidad frente a secesionistas y centralistas.
 

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