Opinión

Consolidar la recuperación

LOS DATOS del paro en 2016 son un indicador más de que la recuperación de la economía se consolida. Galicia se sitúa en ese marco con 22.894 parados menos. Con unas cifras ‘históricas’ de reducción del desempleo es normal que el Gobierno se reafirme en el discurso de la bondad de su política económica y las reformas -sobre todo la laboral-. Pero ni el éxito que reflejan las cifras es solo una medalla del Gobierno ni los logros indiscutibles pueden ocultar que la situación sigue siendo en términos de empleo mala. El optimismo ciertamente se legitima con datos de crecimiento. Se trata ahora de consolidar esa tendencia en este 2017, con una previsión ya menor, y en ejercicios sucesivos. Sobre todo, se trata en términos políticos de no adoptar medidas o llegar a situaciones que supongan un freno añadido a unas circunstancias, como la subida del petróleo, que empeoran el escenario. El objetivo ha de ser situar a este país en tasas de paro y de poder adquisitivo de los salarios equiparables a la situación previa a la crisis. Si el triunfalismo del Gobierno es justificable, no debería ocultar el lado negro de la situación: la temporalidad y los bajos salarios. La competitividad de la economía española, y de la gallega, ha de basarse en una alta productividad, lo que implica inversión y apuesta por tecnología, y no en bajos costes salariales que hagan, además, imposible el incremento del consumo interno.

Más que números

Las cifras de peregrinos o viajeros en los caminos a Santiago son un éxito. Quizás se aproxime ya el momento, conseguida la afluencia, de plantearse si hay que dar prioridad a otros objetivos: los datos económicos de ese turismo. Y, sobre todo, de buscar y fomentar con prioridad un turismo con capacidad de gasto.

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