Opinión

Acordar y no instrumentalizar

EN 48 HORAS dos mujeres mueren apuñaladas en Galicia (Vigo y Santiago) por acción machista. Algo falla. Algo no se viene haciendo bien cuando entre los jóvenes el machismo más primario reaparece con fuerza. Familia, educadores, medios de comunicación, confesiones religiosas o contenidos de las nuevas tecnologías no debemos estar transmitiendo e inculcando valores tan fundamentales e incuestionables como el respeto a la vida y a la persona. Más allá del esfuerzo y el control de lo políticamente correcto con el lenguaje, habrá que practicar, transmitir y ejemplarizar con valores de igualdad, respeto, tolerancia y libertad de las personas. Más allá de instrumentalizaciones partidistas y excluyentes con la violencia sexista, hay que ponerse a la tarea de búsqueda y aplicación de medidas eficientes contra este mal. Y hay que acordar en las instituciones políticas y en la sociedad lo fundamental para la transmisión y formación en valores de respeto y tolerancia frente a cualquier forma de violencia física o psíquica. 

Discrepancias 

Las noticias de estos días sobre la eliminación o estrechamiento de toda posibilidad a la expresión de opiniones y discrepancias en las formaciones políticas emergentes bien pudieran traducirse por aquello de que no es lo mismo predicar que dar trigo. La regeneración democrática, sin necesidad de que bendiga el caos dialéctico, parecería incluir en esta emergencia de nuevas siglas márgenes de pluralidad y discrepancia dentro de las coordenadas ideológicas de un partido. Líneas que no empiezan y terminan en el pensamiento del líder de turno. También con los emergentes sigue siendo una verdad incuestionable que en política el que se mueve no sale en la foto. Se impone el personalismo frente a las ideas. Nada nuevo.

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