Opinión

'Nunca tal se viu'

La Diputación reparte equitativamente los fondos entre los concellos, algo inédito


NUNCA TAL SE VIU na Deputación. Isto funcionaba así, cando tiñamos o goberno, chupabamos nós e cando chegou Besteiro, tocoulle a eles. E así estabamos acostumados, pero agora repártense os cartos entre todos. Sorprendente". Así se refería recientemente un alcalde del PP que, como muchos otros de su partido, todavía alucinan con la distribución de fondos del plan único de la entidad provincial, unos 20 millones de euros que fueron asignados a los concellos de acuerdo con unos criterios objetivos desde la población a la superficie del territorio, pasando por el número de núcleos rurales, entre otros parámetros. Sin embargo, el mérito, o por lo menos su totalidad, no se le puede conceder al gobierno provincial, sino a la minoría en la que se encuentra en la corporación, que le obligó a aceptar esta propuesta del BNG, a la que después se sumaría el PP.

Antes era distinto. Francisco Cacharro, presidente popular de la Diputación durante décadas, no se molestaba en disimular. Los fondos para los ayuntamientos se distribuían férreamente desde el despacho principal de San Marcos y bajo la dirección personal del presidente, que tenía muy en cuenta a quién le soltaba los cuartos y a quién se los racaneaba, porque además del color político, entre los regidores populares también dependía del grado de adhesión al líder. Mientras, los municipios del PSOE recibían las migajas y se aguantaban.

Después llegó la época del bipartito (PSOE-BNG) y el reparto cambió un poco. Se concedían subvenciones a todos los ayuntamientos bajo unos supuestos criterios objetivos, eso es cierto, pero al mismo tiempo, los convenios extraordinarios se convirtieron en ordinarios, porque eran habituales con los concellos que gobernaban socialistas y nacionalistas. El BNG, que mientras estuvo en el poder no se cortó ni un pelo en soltar millones a mares a sus ayuntamientos, como Monforte o Ribadeo, es el que precisamente ahora, que está en la oposición, impulsa este acuerdo de distribución equitativa de fondos. Por qué no lo hicieron durante los dos mandatos que formaron el bipartito se desconoce.

Elena Candia, la portavoz del PP, que llegó a la presidencia de la Diputación por sorpresa en junio de 2015, solo duró tres meses al timón de San Marcos, pero, al margen de otras cosas, le dio tiempo a firmar convenios millonarios con ayuntamientos populares, para compensar el ostracismo al que los había sometido el bipartito, justificó.

Tras la moción de censura que derribó a Candia y el pase de Manuel Martínez al grupo de no adscritos, el gobierno provincial en minoría tuvo que negociar los presupuestos y ahí comenzó a acabarse con la distribución arbitraria de fondos, hasta el presupuesto de este año, en el que el BNG, para respaldar las cuentas, exigió que todos los planes de la Diputación se convirtieran en uno solo, repartido de acuerdo con unos criterios totalmente objetivos entre los 67 concellos, como ocurre en el resto de las entidades provinciales gallegas. Algún alcalde del PP, como el de Barreiros, no tuvo reparo en reconocer la importante inversión que le permitirá ejecutar la aportación de la Diputación y otros, como el de Portomarín, lo calificaron de "pacto histórico".

La equitativa distribución de fondos en el plan único debería perpetuarse al margen de quién gobierne, pero seguro que otra mayoría absoluta acabará con este reparto justo y la Diputación volverá a lo de siempre, beneficiando a los ayuntamientos afines y olvidándose de los contrarios. Pero, por el momento, 'nunca tal se viu'.

A Martínez no lo quieren
El alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, es un socialista de pura cepa, con 40 años de afiliación y lleva sus ideas en las venas, pero el PSOE de Sánchez no lo quiere, como quedó demostrado en su veto a ser delegado en el congreso, y algunos miembros del grupo provincial socialista son más sus enemigos que sus compañeros. No perdonan su rebeldía y él no se sabe por dónde saldrá, pero seguro que quieto no se queda.

El centro de recría, parado
Uno de los proyectos faraónicos de Gómez Besteiro, el centro de recría de Castro de Ribeiras de Lea, seguirá paralizado por el momento, ya que una de las empresas concursantes va a recurrir la adjudicación y el pleno decidió esperar a que haya una resolución judicial. La idea era que la empresa elegida, Recría Castro, comenzase su actividad en verano, pero habrá que esperar y, seguramente, mucho.

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