Opinión

Fitur, cada uno por su lado

La oferta turística del provincia se promociona de forma atomizada y con poca efectividad

ESTA SEMANA el turismo ha tenido un especial protagonismo por la celebración en Madrid del ‘feirón’ de las ferias del sector, Fitur, un escaparate en el que muchos países del mundo exponen todo su atractivo para captar visitantes y la provincia de Lugo, como viene siendo habitual desde hace muchos años, no iba a ser menos. Un considerable número de representantes políticos, fundamentalmente alcaldes, se citaron en el evento para promocionar su tierra y dejar constancia de su interés por este sector económico y la riqueza que conlleva. Mucha fanfarria, pero el problema es que cada instrumento sonó al libre albedrío del intérprete de turno, sin un director que diera armonía al conjunto. 

Lugo tiene mucho que ofrecer al visitante y el turismo es un sector todavía muy poco explotado, pero, por el momento, cada comarca y casi cada ayuntamiento van por su lado, a lo suyo. En estas condiciones, los esfuerzos por atraer visitantes se atomizan y se diluyen en la amplia oferta, dejando unos resultados que cada vez son mejores, es cierto, pero que no superan algunos problemas de carácter estructural como el reducido periodo de estancia de los turistas (1,4 días, como media) o la excesiva estacionalidad de la oferta. 

Máxico por Natureza, Move Ficha pola Ribeira Sacra, Lugo, 67 Destinos, Lugo Cambia o el mítico E para Comer, Lugo, el más antiguo y el que más calado tiene, son varios de los lemas con los que las distintas comitivas acudieron esta semana al recinto ferial madrileño y son una prueba de que la variedad que ofrece la provincia se traduce también en una diversidad de mensajes aislados y sin conexión que a duras penas llegan a quien realmente puede hacer posible que Lugo se convierta en su conjunto en un referente turístico, los grandes turoperadores. 

El presidente de la Diputación, el socialista Darío Campos, parece consciente de que aprovechar las sinergias es la mejor forma de promocionar turísticamente Lugo y de que la clave está en aprovechar toda la variedad que ofrece el territorio desde el norte al sur. Por eso, con el lema Lugo Cambia, que precisamente hace referencia a la diversidad, la institución provincial llegó a Fitur con unos documentales para promocionar los cuatro geodestinos en los que ha dividido el territorio: A Mariña, la zona centro con Terra Chá, la comarca de Lugo, A Ulloa y Sarria; la Ribeira Sacra y Os Ancares-A Fonsagrada-O Courel. Según indicó el propio Campos, se trata del germen de una ambiciosa campaña para promocionar la provincia en su conjunto y que habrá de plasmarse en un Plan de Turismo que coordine cualquier iniciativa. 

La idea es de alta complejidad, porque requiere poner de acuerdo a los 67 ayuntamientos y a la Xunta, con sus diferentes colores políticos, lo que no es baladí, y, por supuesto, un programa así no puede elaborarse sin contar con los empresarios e incluso no estaría de más incluir la opinión de algunas asociaciones, sobre todo las más implicadas en la promoción del patrimonio. Demasiados intereses políticos y económicos para conseguir que todos pongan de su parte y hay antecedentes que lo demuestran, porque ya hubo un intento de constituir un Patronato Provincial de Turismo, que lo único que sirvió fue para hacer correr ríos de tinta, porque la Diputación y la Cámara de Comercio acabaron como el rosario de la Aurora. 

Solo una promoción conjunta del territorio de la provincia, desde las playas de A Mariña a los montes de Os Ancares o los ríos de la Ribeira Sacra, pasando por los patrimonios de la humanidad que atesora y sin olvidar el complemento de su riqueza gastronómica, pueden hacer que Lugo despegue como referente del viajero. Hace falta una oferta global que conjugue todos los tipos de turismo que se pueden disfrutar en Lugo, desde el más apegado a la naturaleza hasta el que adora las piedras, pasando por el que se quiere tostar en la playa, con una variedad que permita atraer a viajeros que permanezcan más noches en los establecimientos hosteleros y disfruten más de los restaurantes. 

Pero, para eso es preciso huir de localismos, absurdos en este mundo globalizado, y de tantos y tantos intereses políticos y económicos que lo emborronan todo. El presidente de la Diputación parece dispuesto a intentarlo y recurrir al ‘todos a una’, como en Fuenteovejuna, aunque la misión es demasiado compleja y exige mucha diplomacia. Solo el tiempo dirá si los cinco documentales que esta semana se presentaron en Fitur son el principio de algo serio o se quedan en un brindis al sol.

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