Opinión

Eficiencia y eficacia

Existe una gran diferencia entre ser eficaz y ser eficiente. A menudo, estos términos suelen entremezclarse y confundirse; en ocasiones incluso los usamos como sinónimos cuando en la práctica no lo son.

Ser eficaz implica alcanzar objetivos y ser eficiente conseguirlo con un uso óptimo de los recursos de que disponemos.

Desde esta perspectiva no cabe duda de que los gestores del Club Baloncesto Breogán fueron eficaces y eficientes; pero tenemos más dudas de, analizando todo el año y en términos coloquiales, cómo se alcanzó este objetivo.

El final de Liga puso de manifiesto las carencias de este grupo; endeble físicamente; sin potencia en la pintura; con bajos porcentajes en el tiro y sin un jugador con personalidad capaz de liderar el ataque colectivo.

Aspectos más afortunados como el calendario o la escasez de lesiones nos permitieron vivir un año tranquilo pero no debemos de dejar de reflexionar sobre ello. Que los árboles no nos impidan ver el bosque.

Cierto es que si el año hubiese sido distinto; nuestro Club se movería de igual forma que lo hicieron otros.

Un buen gestor no es aquel que solo cumple con los objetivos marcados; es aquel que lo hace con los menores recursos posibles; incluso aquel que aporta valor añadido a su marca.

Del mismo modo no todos los entrenadores son iguales; los he conocido de muchos tipos; aquellos que ordeñaban la vaca hasta que se moría sin preocuparse de alimentarla y aquellos que se preocupaban de alimentarla con la certeza de que ella haría la labor para la que fue concebida.

Nuestro club necesita y tiene directores deportivos eficientes y eficaces y entrenadores que generen valor añadido. Nadie dijo que fuese fácil; todo lo contrario; es realmente difícil pero creo que el binomio Díaz-Mrsic cumple con estos parámetros y nos permite ser optimistas. Esta es la razón por la que un club como el nuestro puede intentar mantenerse en una liga tan exigente como la ACB.

No optamos a grandes fichajes; optamos a jugadores con un ratio calidad-precio bueno; buscamos esos jugadores flexibles que nuestro entrenador pueda cohesionar y hacer que la suma de todos ellos sea superior a doce. No hablo de dinero y si de gestión; sabiduría y conocimiento del mercado.

Un proyecto se construye con tres piezas claves; un base experto; un anotador solvente y un center dominante. Los equipos de baloncesto cada vez se forman más de piezas de ajedrez; con un rey, una reina y múltiples piezas con labores importantes pero secundarias.

Despedimos la temporada ACB para Club Baloncesto Breogán; ojalá la gestión de nuestros directivos hasta el mes de agosto sea acertada; esté acompañada de un poco de la suerte necesaria y en la pretemporada podamos divisar una plantilla ilusionante.

¡Enhorabuena y Suerte!

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