Opinión

La alerta de Meira

CUATRO HORAS, de una a cinco de la madrugada, está Meira desde la pasada noche sin suministro de agua. La restricción se prolongará en principio hasta final de mes. El alcalde, Antonio de Dios, manifiesta que es una situación grave. Es algo más que simbólicamente, una alerta para Galicia: el pedregal de Irimia, nacimiento del Miño, está situado a tres kilómetros de la villa de Meira. El problema de la sequía está directamente vinculado con el cambio climático. Esta realidad con todas sus dramáticas consecuencias o se toma en serio o «podemos llegar demasiado tarde», tal como titulaba ayer Le Monde a toda plana en su portada. Cuando en Meira el Concello encargó un estudio sobre los pozos de la zona alta para sumarlos al suministro de la traída descubrieron que estaban secos. El problema real de la falta de agua que reflejan en plena crudeza el estado de los embalses en toda Galicia es una consecuencia de un problema más amplio, el cambio climático, que afecta a todos. En la adopción de medidas, que incluye en los ciudadanos cambios en muchos hábitos domésticos, estamos obligados a implicarnos todos. El papa Francisco en su encíclica 'Laudato si' sostiene que es un asunto moral para la Iglesia católica. No deberíamos hacernos eco de las irresponsables bravuconadas de un Trump o de quienes por particulares intereses económicos niegan el problema que la ciencia y una realidad como la de Galicia ahora mismo muestran.

Hasta luego Lucas

Que Chiquito de la Calzada fuese conde de Mor es cuestión publicitaria. De oportuno y acertado aprovechamiento comercial por una empresa de embutidos. Sirvió también para que se conozca la parroquia de San Pedro de Mor, único topónimo en toda España para ese condado al humorista andaluz. Por cierto, con su muerte monopolizó en TVE, la televisión pública estatal, las horas de mayor audiencia potencial del sábado.

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