Opinión

La emigración atragantada

TENGO LA emigración atragantada. Debe de ser que con la Navidad y la vuelta a casa de la gente que trabaja a lo Willy Fog, la dura situación laboral está más presente en mi mundo. Es rara la cena, comida o evento cualquiera en el que no coincida con al menos una persona que trabaja fuera. Comentan entre risas anécdotas que viven como algo temporal, a la espera de una oportunidad aquí. Y mientras, otros nos hablan del paro, de las cifras que mejoran gracias muchas veces a ellos, que cotizan en muchos casos para empresas españolas, pero a cambio de vivir pegados a una maleta. Siempre fui de letras. Las cifras solas son agujeros negros.

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