Opinión

Gobierno y gobernar

LA CUESTIÓN: los españoles han hecho del PSOE, ganador de dos elecciones generales consecutivas, la única fuerza política que está en condiciones de formar Gobierno; y no obstante, persisten riesgos de que las distintas minorías puedan llevarnos a un nuevo bloqueo; de una crisis de gobernabilidad a una crisis aún más grave para la credibilidad del sistema democrático.

La responsabilidad para los socialistas es intentar sacar adelante un Gobierno que, además, se encuentre en condiciones de gobernar. La distinción no es caprichosa. Un Gobierno provisional no serviría; la tarea de gobernar está sometida a urgencias interiores y exteriores que no admiten mucha más demora.

El presidente ha puesto encima de la mesa un acuerdo que suma un número no suficiente pero, en todo caso, considerable, de 155 diputados y se han iniciado conversaciones para obtener los apoyos necesarios y lograr su investidura lo antes posible. Está cumpliendo con su obligación política.

Estamos ante una opción posible (nadie ignora, la derecha tampoco, que el PSOE en Gobierno y en oposición es un garante del Estado de Derecho). Hay 10 millones de ciudadanos que optaron expresamente por las dos fuerzas firmantes del pacto. La preferencia por un Gobierno progresista ha estado presente en los mensajes electorales tanto de PSOE como de Podemos. No hay engaño.

La misma derecha que le achacaba al PSOE no llegar a un acuerdo con Podemos tras las elecciones de abril, en noviembre le reprocha exactamente lo contrario, haberlo alcanzado

Sin embargo, la misma derecha que hasta hace pocos días achacaba al PSOE no ser capaz de llegar a un acuerdo con Podemos tras las elecciones de abril y la responsabilidad de la segunda convocatoria electoral, en noviembre le reprocha exactamente lo contrario, haberlo alcanzado. Otra vez aquello de soplar y sorber al tiempo.

El PP no ha mostrado una alternativa expresa para la gobernabilidad. Se ha limitado a confrontar aguardando cada movimiento socialista para intentar sacar algún rédito. Primero que con Sánchez ni hablar (toda una excentricidad pretender que se exija al partido ganador hasta en dos ocasiones seguidas que se desprenda de su candidato), ahora que el problema es hablar con unos o con otros, después será con lo que se determine en cada circunstancia para oponerse.

Lo esencial es que se avance hacia donde exigen los españoles por arduas que sean las condiciones que se nos han impuesto en las urnas; que haya Gobierno y que gobierne cuanto antes. Ahí, en la coherencia que definitivamente demuestren las posiciones de cada una de las fuerzas políticas en relación con el desbloqueo que necesita España, es donde se va a medir la responsabilidad histórica, esta vez sí, de cada cual.

Comentarios