Dos años de legislatura, dos Presupuestos Generales del Estado. Los de 2022 —a falta de debatir una sola enmienda— se aprobarán el próximo martes en el Congreso de los Diputados. Desmentido para quienes, con ocasión de la investidura del presidente Sánchez en enero de 2020, pronosticaron la catástrofe. Le han seguido dos Presupuestos aprobados con amplia mayoría, reformas legislativas avanzadas (educación, eutanasia, cambio climático, cadena alimentaria…) y recursos para no dejar a su suerte a quienes necesitan de apoyo: subidas del Salario Mínimo Interprofesional, poder adquisitivo de las pensiones, Ingreso Mínimo Vital…resulta que lo que llamaban Frankenstein ha resultado un Gobierno de lo más aplicado para hacer el trabajo que le encomendaron los españoles.
Estabilidad política. A ver quien a estas alturas es capaz de negar este mérito al Gobierno de coalición. Nótese que han cambiado de registro. Ahora toca lo de aferrarse al sillón. Como si tener el poder en democracia fuese perverso…. cuando les toca a los demás. Lo cierto es que en un escenario de fragmentación parlamentaria como el de España, sumar a cada vez más partidos a los acuerdos, dice mucho de quien lidera el país aprobando unas cuentas, las segundas , que extenderán la inversión ( más de 1000 millones en inversiones para Galicia) prorrogarán las medidas del escudo social contra la pandemia, 6 de cada 10 euros en inversión social, expandirán los Fondos Europeos (27.000 millones para el próximo año) , dedicarán 12.500 millones de euros para los jóvenes, 2000 millones para becas, harán posible que la fibra se extienda por nuestras parroquias ….todos los avances pueden llegar a la vida de cada persona concreta precisamente porque se han puesto de acuerdo partidos muy distintos en torno a un objetivo común. ¿O ahora resulta que lo mejor para España es no tener Presupuestos?
¿No advierte el PP lo que supone para su credibilidad que haya vuelto a formar parte de la coalición anti presupuestos con la extrema derecha y el independentismo catalán más irredento?
¿Qué pasa con el PP? ¿No advierte lo que supone para su credibilidad que haya vuelto a formar parte de la coalición antipresupuestos con la extrema derecha y el independentismo catalán más irredento? Han llegado a votar a favor de aquello contra lo que se habían pronunciado solo para oponerse al Gobierno. De nuevo han fracasado. ¿O la estabilidad se demuestra disolviendo legislaturas autonómicas como han hecho ahora en Castilla y León, antes en Madrid y Murcia y quien sabe si en poco tiempo a Andalucía, con el único propósito de laminarse a sus candorosos socios de Gobierno? En eso están.
