Opinión

Caso Fuenla: y colorín colorado, este cuento...

ESTAMOS ASISTIENDO, sin darle mayor importancia, a dos momentos históricos del fútbol español: por primera vez la última jornada no se ha disputado de forma unificada y, tras esa vulneración, debutará un campeón de Liga en Segunda B.

Será, si la Justicia no lo evita, tras una decisión incomprensible del CSD, que forzó el sorteo de la 2020-21 sin que hayan resuelto juzgados y comités si se debe repetir la última jornada de forma unificada, como piden Deportivo y Numancia. Una solución del CSD, que habría calificado el de Ubrique con dos palabras: impresentable.

No conviene olvidar que todo el problema surge tras la orden de Liga, FEF y CSD que vulneraba la norma que ellos tres fijaron como de obligado cumplimiento: "Disputar el mismo día, y a la misma hora, los encuentros en los que se disputasen plazas de play off o descenso ", sin excepciones. Una norma que todos ellos infringieron, y de forma muy grave, al suspender solo el Deportivo-Fuenlabrada.

De ahí la lógica demanda de los clubs ante el Comité de Competición de la FEF de disputar la última fecha de forma unificada, por lo que, con todo el sentido, la Federación, asumiendo su parte de culpa en el grave fallo cometido de inicio, le plantea a LaLiga dos alternativas: Liga de 24, y así resolver el caos generado por la decisión ilegal de Liga, FEF y CSD; o el tiempo necesario para que pudiese fallar el comité sobre la última jornada. A esa lógica solicitud federativa, la patronal contesta pidiendo el amparo del CSD, al que esponsoriza al 50% con el Estado, y exige otro árbitro.

La queja surte efecto y LaLiga consigue que nombren un colegiado ‘amigo’ que, contra todo pronóstico, se inclina hacia la LNFP, haciendo que los intereses económicos se impusiesen a razones deportivas y a disposiciones reglamentarias.

Es así que hoy lo único incontestable es que el calendario es una realidad y los clubs, por razón del Covid. preparan chárter y hoteles especiales , mientras la justicia ordinaria estudia una cautelarísima, que solicita su paralización, y los comités de la FEF preparan la resolución sobre la repetición de la última jornada.

Todo una locura. La ilegalidad parece más que evidente. Tan solo es preciso que el asunto recaiga en un juez valiente que anteponga las múltiples razones jurídicas a cuestiones económicas y organizativas o que los comités federativos resuelvan en base a las normas emanadas por la FEF, como todos los años, para la última fecha.

Porque para que se observe la trascendencia de la unificación de horarios, les daré el minuto 83 y el resultado de los partidos por el descenso. Cádiz, 0 - Albacete, 0; Lugo,1 - Mirandés,1 y Dépor, 0- Fuenla, 1. Es decir, que si el Dépor-Fuenla se estuviese disputando al mismo tiempo —cosa que no ha sido así— los rivales conocerían que los coruñeses perdían, a 7 minutos del final, un partido que precisaban ganar para no descender. ¿Se lanzaría en ese caso el Albacete a un ataque desaforado para lograr el triunfo en el 90, o el Lugo en el 85, cuando un punto les llegaba en ese momento para mantenerse, o tratarían de conservar el resultado pensando que el Deportivo no lograría la victoria, que consiguió, en el minuto 95 de juego? ¿Importa o no jugar a la misma hora?

Por algo se han unificado, desde tiempo inmemorial, los horarios de la última jornada. Han sido muchos títulos y descensos los que se produjeron en los minutos postreros —algo de eso sé— por lo que la gran injusticia cometida se debe reparar cuanto antes.

Ha sobrado agresividad y ha faltado sensatez. No era una cuestión de dimensiones sexuales ni de altavoces mediáticos ni de insultos. Se trataba solo de sentido común y deportivo. Todo lo que no sea disputar la jornada de forma unificada es injusto. "Jugar todos o ninguno" era la imposición emanada ... precisamente por los que decidieron saltarla. Al Deportivo se le podrá discutir la estrategia, pero no la razón.

Estaba claro desde el primer día que sin pacto no habría paraíso para el fútbol. Les guste o no les guste, esto no ha hecho más que comenzar y, por desgracia, con un NO rotundo —la verdad es que nunca ha sido fácil modificar la posición pública de Tebas— a la Liga de 24, que proponía la FEF, y que parecía un buen parche al enorme despropósito de Liga,

Federación y CSD, que ni consiguió que finalizase bien la 2019-20, ni, lo que es peor, da mínima seguridad jurídica al futuro inmediato y mediato de LaLiga. Ya ha comenzado el combate. Los púgiles visten toga. Los dos primeros asaltos los ha ganado Tebas en el TAD y en el CSD, pero la pelea es a 10 asaltos. La lucha será encarnizada. Expectación ante el efecto que pueden producir los golpes en la cautelarísima; en el delito contra la salud pública; en las decisiones de los comités, o del K.O. si se ordena disputar unificada —como debería haber sido— la última jornada y tras ella oficializar la Liga de 22 equipos. ¿Pero cuáles serían esos 22?

En fin, una inseguridad jurídica sin precedentes en el fútbol español, solo por no pensar en las consecuencias de dos decisiones de Tebas cargadas de testiculina: el viaje del Fuenlabrada y la negativa a la Liga de 24. Veremos si no le pesa.

Muchos creen que esto finalizará, como nos susurraban nuestros padres —"y colorín colorado, este cuento se ha acabado..."— y dormíamos felices. Todo lo contrario que ahora, que tenemos que estar más despiertos que nunca, porque el fútbol, como la vida, está lleno de finales, y somos multitud los que soñamos que también vamos a ganar esta en los tribunales, porque tenemos razón.

Por eso avisamos que, a pesar de lo que muchos celebran, no deben olvidar que "colorín colorado este cuento... aún no se ha acabado ". Nos vemos en el juzgado.

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