Opinión

El coronavirus mata a Tomás Díaz-Valdés

El periodista de 78 años, descubridor de Ángel Nieto, todavía se mantenía activo y era un referente de la prensa del motor en España

diaz valdesTomás Díaz-Valdés, uno de los referentes de la prensa del motor en España, falleció esta madrugada en un hospital madrileño a causa del coronavirus. Aunque su salud estaba últimamente resentida a causa de otras patologías, el periodista, de 78 años de edad, se mantenía totalmente activo y continuaba haciendo gala de una gran vitalidad.

A través de sus crónicas en el diario As y en las revistas Top Auto y Top Moto, entre otros muchos medios, Díaz-Valdés fue fuente de inspiración para muchos de los que, de una forma u otra, elegimos como oficio informar del sector del motor y la competición.

Tuve oportunidad de conocerlo personalmente hace más de 20 años y hasta la última vez que coincidí con él, hace poco más de dos meses, siempre hizo gala de una controvertida personalidad en la que su fuerte carácter contrastaba con ese gran corazón que ocultaba sobre su exagerado mostacho.

Reconozco que sin ser la nuestra una relación estrecha, sí existía un cariño que creo que era mútuo. La fuerza del roce permitió que en varias ocasiones compartiésemos viajes en coche, en los que además de "poner a parir" al nuevo modelo de turno, a mi me servían para indagar en su historia personal y sorprenderme con algunas de sus divertidas anécdotas de las que siempre se sacaba una enseñanza de vida.

Descubridor y mecenas de Ángel Nieto, de hecho pocos meses después del fallecimiento del piloto, presentó en 2017 una biografía llamada 'Las curvas de la vida', en las que relata sus andanzas conjuntas desde las carreras comarcales hasta los 12+1 títulos, la figura de Tomás Díaz-Valdés quedará en mi recuerdo como la de un ser afable, emprendedor e inquieto. La persona que me descubrió el polígono madrileño de Cobo Calleja, una pequeña ciudad repleta de bazares chinos, y con la que me perdí por sus calles en busca de este último gadget electrónico llegado del lejano oriente. Y es que la electrónica era otra de las grandes pasiones de este hombre, todo genio y figura. Descanse en paz.