Opinión

Entre heces, mierdas y otras cagadas

NO HACE mucho el Concello de Monterroso aprobaba una ordenanza por la que establecía multas de hasta 300 euros para quienes ensucien las calles. Lamentablemente este incivismo no sólo es patrimonio del municipio ulloano y basta un simple paseo por el lucense paseo del Miño para comprobarlo. Es cierto que la mayor parte de los usuarios que pasean sus perros utilizan una bolsita para recoger sus heces, pero el contraste se produce cuando algún jinete aficionado deja el camino intransitable, sin preocuparse lo más mínimo por las mierdas que suelta su caballo. Y todo esto sin que nadie vigile, ni diga nada. Otra cagada más de la Policía Local.

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