MERCEDES SALE del GP de Japón con el título de equipos debajo del brazo, mientras que Nico Rosberg se volvió a beneficiar de una mala salida de su compañero, Lewis Hamilton, para abrir una importante brecha de puntos —ya son 33 de diferencia— que a falta de cuatro carreras pueden ser suficientes como para dejar el campeonato prácticamente sentenciado a su favor. Pero la gran decepción de la carrera nipona la representó, en esta ocasión, el equipo que jugaba precisamente en casa, McLaren Honda. Si hace una semana en Sepang parecía que todo iba por el buen camino, el mal resultado de ayer de Fernando Alonso —acabó decimosexto— hace que la preocupación vuelva a instalarse en el seno de la escudería británico- japonesa. Cuando el piloto asturiano dejó Ferrari, hace ya dos años, para irse a McLaren definió el proyecto en tres fases. 2015 sería el año del aprendizaje; 2016, el de la fiabilidad y 2017, el del rendimiento. ¿Significará que habrá título el próximo año?
