Opinión

Unidas Podemos, contra la Justicia

Esos dirigentes acaban de dar motivos añadidos para mantener el acoso permanente al Ejecutivo progresista de Sánchez

ALGUNA VEZ se dará cuenta Pedro Sánchez de los daños inferidos por su alianza con el narcisismo-leninismo de Iglesias sobre la centenaria memoria socialista.

Entretanto, arden las redes sociales contra el Gobierno de coalición y por los selváticos circuitos digitales circulan con alarmante normalidad expresiones como Estado policial, dictadura encubierta, Gobierno asesino, régimen bolivariano, etc. La última barbaridad, leída en un periódico digital, tiene forma de pregunta dirigida al presidente del Gobierno: "¿Puede usted dormir sabiendo que sus errores están matando a miles de españoles?".

Lo reseñable es que la inmensa mayoría de estas descalificaciones contra el Gobierno socialcomunista van cosidas al extendido rechazo de Unidas Podemos, como un cuerpo extraño. Una pulsión que, todo hay que decirlo, cuenta con la inestimable colaboración de los propios dirigentes del partido liderado por el todavía vicepresidente Iglesias Turrión.

Esos dirigentes acaban de dar motivos añadido para mantener el acoso permanente al Ejecutivo progresista de Sánchez. El motivo, una sentencia del TSJ de la Comunidad Autónoma de Madrid que condena a una diputada regional, Isabel Serra, por los presuntos delitos cometidos en un acto de resistencia a la autoridad en un caso de desahucio. En acción pacífica y sin pruebas, según Pablo Echenique, lo cual desborda escandalosamente los límites de la libertad de expresión.

Una cosa es la legítima crítica a una sentencia judicial y otra es el desacato. No es lo mismo disconformidad con un fallo judicial, especialmente si carece de firmeza al estar pendiente de recurso, y otra es la descalificación personal de quienes lo dictan.

Iglesias utilizó las redes sociales para criticar la sentencia contra su compañera de partido, provocando la inmediata rección del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), que expresó su "profundo malestar" por una crítica de Iglesias que, según el órgano de gobierno de los jueces, "no solo cuestiona una actuación judicial sino que también propaga una sospecha sobre la falta de imparcialidad de los jueces españoles".

Al portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique, le faltó tiempo para rasgarse las vestiduras. Después de desautorizar al CGPJ por estar pendiente de renovación, carga contra su presidente, Carlos Lesmes, negándole autoridad para dar lecciones de democracia por afinidad con el PP.

Lo cual es una forma de irse por las ramas ante las reales dificultades mostradas por Podemos para aceptar el principio de igualdad ante la ley. ¿O es que Isabel Serra pertenece a una especie protegida?

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