Opinión

Casi nos mata la soberbia

CASI NOS mata la soberbia. La selección española se apuntó a la suerte de los campeones empatando con Eslovenia, en un partido en el que nunca llevó la iniciativa del juego. Todo comienza en un planteamiento prepotente por parte de Manolo Cadenas. Sin Sterbik en la portería, con Mindeguia de central, Dujshevaev no es Talan y Del Arco no está para estas fiestas. Como siempre que el marcador escuece, tanto Enterrios como Maqueda pierden el norte.
Pero todo pasa por ganar el miércoles a Suecia. El campeón de grupo tiene cuatro días de parón competitivo, tiempo suficiente para la reflexión. España tiene la obligación de luchar por las medallas jugando como sabe hacerlo. La excelencia defensiva mostrada hace pocos días en Irún tiene que recuperarse. La primera linea en ataque es nuestro punto débil. Desde la marcha de Alberto Entrerrios e Iker Romero nadie cubre con garantias semejantes ausencias. Pero si se comprobó la entrega de todos los componentes del equipo nacional. Es lo mínimo. Como me comentaba el atento presidente de la federación: hemos pasado el partido tonto. Esperemos.

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