En salud pública, junto con la potabilización del agua, la vacunación es la herramienta que ha salvado más vidas. En estos días, se cumplen dos años del decreto de alarma a consecuencia de la peor pandemia del último siglo, provocada por la covid-19. Han sido dos años de incertidumbre en los que las vacunas han permitido salvar millones de vidas y, al hacerlo permitieron paliar los graves efectos de la crisis sanitaria global en la economía. La campaña de vacunación en España ha sido ejemplar, pero no será posible vencer al virus si la inmunización no tiene carácter global. Hay muchos países que precisan de ayuda, de manera decidida.
En España superamos el 92% de la población mayor de 12 años vacunada en pauta completa. Cerca del 92% de las personas mayores de 60 años y el 78.5% de las personas mayores de 40 años cuentan con la tercera dosis (booster o de refuerzo) frente a la covid-19. Es un paso de gigante, que además de ser justo y equitativo, ha disminuido la gravedad y la letalidad de la enfermedad. Pese a ello, nadie en el mundo estará a salvo, hasta que todos lo estemos. Las enormes diferencias económicas y sociales entre los países del mundo provocan una injusta desigualdad en las tasas de vacunación a nivel mundial que hace más difícil luchar contra la enfermedad. De ahí la importancia de la donación solidaria de vacunas a países que tienen un difícil acceso a las mismas. Con la donación se contribuye a garantizar el acceso global a la vacunación a las personas que viven en los países menos desarrollados, de rentas medias y bajas. La desigualdad mundial, el desarrollo económico y político que se aborda en el libro Por qué fracasa
n los países (Acemoglu y Robinson), también afecta hoy directamente al acceso a las vacunas.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de España ha entendido que solo actuando de manera global y además haciéndolo de manera coordinada y solidaria, podremos vencer a la covid-19. Para garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra esta enfermedad, España ha cumplido y superado el objetivo de poner a disposición del mecanismo multilateral Covax 50 millones de dosis de vacunas solidarias antes de que finalizara el primer trimestre de 2022. España ha destinado a donación alrededor de 59 millones de dosis solidarias, de las cuales más de 55 millones se han donado a través de Covax.
El compromiso de nuestro gobierno hacia los corredores humanitarios es real. España es uno de los primeros países en poner a disposición más de dos millones de vacunas como las destinadas a la población refugiada afgana, en una operación muy bien valorada por su complejidad logística. Y por encima de un millón de dosis a terceros países de manera bilateral. Las vacunas donadas que han alcanzado los 59 millones, han llegado ya a 28 países de Latinoamérica, África y Asia. España está entre los 10 primeros países del mundo en donación efectiva de vacunas a través del mecanismo Covax; es el segundo mayor donante a Latinoamérica. Con las vacunas cedidas suman en total 32 países los que han vacunado o están vacunando con las dosis que hemos donado a Covax o bilateralmente.
Sabemos que toda esta solidaridad no es suficiente, por lo que el objetivo de vacunas donadas al mecanismo Covax se incrementará al menos en otros 20 millones de dosis este año 2022, tal y como ha anunciado el presidente del Gobierno, de modo que el compromiso total supera holgadamente los 70 millones.
Para contribuir a llegar al objetivo fijado por la OMS de vacunar al 70% de la población mundial a mediados de este año, es posible y es obligado proteger al resto del mundo mientras nos protegemos a nosotros mismos. Para ello, hay que hacer más, como ha dicho el presidente Pedro Sánchez en Naciones Unidas.
De la conducta de cada uno depende el destino de todos, dejó dicho Alejandro Magno. Es necesario trabajar juntos, porque solo juntos podremos superar y pasar página a esta terrible pandemia. España, también en la donación de vacunas, se comporta de manera ejemplar en la lucha contra la pandemia provocada por la covid-19.
