Opinión

Unos no se van...

SÍ, ES cierto que Salvador Illa no es el primero ni será el último que se convierte en "ministro de día y candidato de noche". Aún relativamente reciente es el caso de Miguel Arias Cañete, al que Mariano Rajoy puso en 2014 como cabeza de cartel del PP en Europa y se mantuvo como ministro de Agricultura hasta el último momento. Pero Cañete no debería ser ejemplo o excusa para Illa, en un puesto de especial responsabilidad al que se deben dedicar todas las energías. Sería una pena quien fue nombrado candidato del PSC a presidir la Generalitat precisamente por su innegable dedicación a la tarea —más allá de sus aciertos y errores, de sus conocimientos o de sus limitaciones— acabe emborronando su hoja de servicios por rentabilizar políticamente un puesto que le ha deparado una inesperada popularidad. Esta vez debería escuchar a la oposición e incluso a alguna compañera del Consejo de Ministros. Una retirada a tiempo, en su caso, sería una victoria.

...y otros no quieren marchar

Distinto es el caso de Gonzalo Pérez Jácome, que se mantiene al frente de la alcaldía estando más solo que la una. Esa parálisis la paga la ciudad de Ourense, donde PP y PSOE son incapaces de ponerse de acuerdo para buscar una alternativa.

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