Opinión

Una fiesta atípica

Va a ser un San Froilán diferente, atípico, raro... Ya lo dijo la nacionalista Maite Ferreiro, edila de cultura: "Non será unha festa". Y ciertamente tiene razón, porque sin casetas, sin recinto ferial, sin grandes conciertos, sin fuegos de artificio, sin charangas y sin aglomeración en las calles muy difícilmente la de este año va a ser la cita festiva más hermosa del otoño gallego, como la definió en su día Álvaro Cunqueiro. La mascarilla nos ha borrado la sonrisa. Pero con responsabilidad y con la máxima precaución seguro que seremos capaces de mantener vivo el espíritu de una fiesta en la que no faltará el pulpo en muchos hogares y establecimientos de hostelería. También habrá alguna actividad cultural. Eso sí, con aforo muy limitado. Así que apelemos al famoso sentidiño y dispongámonos a vivir un San Froilán distinto convencidos de que en próximos años recuperará el esplendor perdido por culpa del coronavirus.

Llamada a la responsabilidad

Como se detallaba este jueves en la edición en papel de este periódico, en Lugo se detectó a personas que trataron de ocultar sus positivos por miedo a la estigmatización, a la cuarentena, a las repercusiones laborales o a ser descubiertos sin papeles. Sin la colaboración de todos será imposible frenar el avance del covid-19.

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