Opinión

Su larga sombra

SE MARCHÓ del Deportivo por la puerta de atrás, con algún que otro escándalo, pero su sombra sigue siendo muy alargada. Lejos quedan aquellas noches de gloria en Riazor en las que se trataba de tú a tú a Real Madrid y Barcelona o se jugaba sin complejos contra los grandes de Europa, semifinales de Champions incluida. Quizá por ello la voz de Augusto César Lendoiro se vuelve a escuchar con nitidez. Sí, su gestión fue controvertida, dejó una deuda millonaria y hasta es probable que de aquellos polvos vengan estos lodos. Pero la memoria es muchas veces selectiva. Y lo que queda es la nostalgia de un tiempo pasado que ciertamente fue mejor, sobre todo en lo deportivo. Ahora el club es un enfermo que va camino de la Uci o de la desaparición. Hace falta una actuación urgente y alguien que lidere el proyecto. Y algunos han vuelto la vista hacia él. 

La relevancia del diálogo social 

En un país en el que se escucha poco y entenderse resulta complicado —basta con ver las dificultades para cerrar un acuerdo de Gobierno—, que Xunta, sindicatos y patronal hayan conseguido pactar medidas en favor del empleo es algo a celebrar. En otras latitudes deberían tomar ejemplo de Galicia.

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