Opinión

Ser Bien Mundial

COMO HEMOS comprobado recientemente con la Ribeira Sacra, ser Bien Mundial no es fácil. Quizá estamos mal acostumbrados, pues en Galicia tenemos la suerte de vivir rodeados de Patrimonios de la Humanidad (la muralla de Lugo, la catedral compostelana, el Camino de Santiago, la Torre de Hércules...), pero la concesión de este reconocimiento por parte de la Unesco requiere de un proceso complicado. Lo que acaba de ocurrir con la zona portuaria de Liverpool, excluida de la lista del Comité del Patrimonio Mundial por su degradación, tampoco es habitual. Pero quizá nos ayude a poner en valor lo nuestro y a tomar conciencia de la necesidad de cuidarlo. Y es que antes solo se había privado de esta distinción al Valle del Elba alemán y a un santuario de Omán.