Opinión

Se va pero no se va

DEL MISMO modo que el otro día hablábamos de políticos ectópicos (los que están dentro y fuera a la vez, como Ignacio Aguado, que gobierna y hace oposición en la Comunidad de Madrid), también merecen un capítulo especial los que se van pero nunca se marchan. Esperanza Aguirre fue buen ejemplo de ello durante años. Dimitía de un cargo pero se aferraba a otros. Hoy tiene un buen continuador en Albert Rivera, el exlíder de Ciudadanos, que anunció que dejaba la política pero, por lo que se ve, no se acaba de ir. Además de ser muy activo en las redes sociales y entrar al trapo de todo lo que se mueve, presentó un libro e hizo un recorrido por todas las teles del país. Pero la cosa no quedó ahí y el jueves cargó con munición contra su sucesora, Inés Arrimadas, por su estrategia con Pedro Sánchez. "Cuando pierdes la dignidad, no se recupera", le dijo él, que pasó de ver al PP como un partido "en descomposición" a ser contratado como abogado por Génova para recurrir la ley que limita precios de alquileres en Cataluña. Pura coherencia.

Acuerdos que dejan grietas

Acuerdos que dejan grietas El pacto con Bildu deja grietas. Sánchez deberá multiplicarse para cohesionar el PSOE. No todo vale, le dicen los barones. Debería escucharlos.

Comentarios