Opinión

Salud y suerte

"La salud es un estado transitorio que no presagia nada bueno". Más o menos es lo que solía decir Domingo García-Sabell, que además de delegado del Gobierno en Galicia y senador fue médico, académico y preclaro intelectual. Su aseveración, cargada de retranca, continúa resultando incontestable. Todo es susceptible de empeorar con el paso del tiempo. Por ello, sumidos como estamos en una pandemia, debemos poner en valor nuestro bien más preciado, aunque sea efímero como la vida misma. Máxime hoy, 22 de diciembre, que de forma oficiosa se ha convertido en el día nacional de la salud, porque es lo que solemos desearnos una vez que comprobamos que nuestros décimos y participaciones de lotería no nos sacan de pobres. Sí, lo fundamental es no estar enfermo. Pero si cae un pellizco tampoco lo vamos a despreciar. 

Hay cosas que no cambian 

Eso del pellizco es lo que debieron de pensar las numerosas personas que ayer se acercaron hasta distintas administraciones de lotería y que soportaron colas como las de antaño en busca de la suerte de última hora. Y es que hay cosas que ni el virus ni la crisis económica logran cambiar en un país como el nuestro, tan cargado de tradiciones.

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