COMO EN casi todo, siempre hay excepciones. Gente que sale a la calle a dar paseos saltándose el estado de alarma. Curiosamente, gran parte de ellos son personas de edad avanzada, que, pese a ser las más vulnerables al contagio de coronavirus, por lo que se ve son refractarias a cualquier tipo de confinamiento y aprovechan todo lo que pueden las horas de sol. Sin embargo, en términos generales los gallegos —y muy en particular los lucenses— están dando una gran lección de civismo y solidaridad, manteniéndose en casa —o saliendo lo estrictamente necesario— y ayudando de ese modo a contener la propagación de la pandemia. Es algo que hay que poner en valor, porque el comportamiento individual responsable es vital para el beneficio colectivo. Como le decía Alejandro Magno a sus guerreros, "recordad que de la conducta de cada uno depende el destino de todos". Tengámoslo muy presente.
Un Día del Padre muy especial
Es posible que se hagan muchos menos regalos que en años precedentes, en gran medida porque no hay tiendas abiertas. Pero el aislamiento puede tener cosas positivas. Una de ellas es estar juntos, hablar y compartir en familia ideas, proyectos...
