UNA ESTRECHA LÍNEA separa la vida pública de la privada cuando hablamos de líderes políticos.Lo hemos visto ahora en España con Albert Rivera y su salida del hospital acompañado de la cantante Malú, con la que oficializaban una relación que hasta ahora solo era pasto de la prensa rosa. Y lo están viendo en Alemania, donde existe un gran debate con Angela Merkel y sus preocupantes temblores ortostáticos. La canciller le quita hierro al asunto y dice que se encuentra «bien», aunque tuvo que sentarse para escuchar el himno en una de sus últimas apariciones. Existen dudas acerca de la versión oficial sobre sus reiterados trastornos —achacados inicialmente a un problema de líquidos y posteriormente a párkinson, estrés o incluso una infección— y estos días no falta quien exige una declaración oficial aclaratoria. Y es que la salud, aunque es un tema privado, a veces puede convertirse en cuestión de Estado.
¿Y si hay repetición electoral?
Muchas son las preguntas que cabe hacerse ante una hipotética repetición electoral. Por ejemplo: ¿habría adelanto en Galicia? ¿Podrían concurrir juntos PP y Cs o Vox en algunas provincias tipo España Suma? ¿Acertaría el CIS de Tezanos?
