Opinión

8-M: hacerse oír

AUNQUE LA situación sanitaria no permite dar gran visibilidad en la calle a las reivindicaciones de las mujeres, el 8-M no pasará precisamente desapercibido, pues el debate se traslada a las redes sociales y sobre todo a los medios de comunicación. Y es que cada vez son más las voces que reclaman el fin de una discriminación que afecta a los ámbitos privado, laboral y social de la vida de muchas de ellas, que siguen encontrando obstáculos y techos de cristal que ponen límites a su desarrollo personal. Sí, se han producido avances significativos. Eso es algo incuestionable. Pero son insuficientes. Queda mucho por hacer.

Mucho más que frases hechas

Seguramente muchos balcones y muros virtuales lucirán hoy frases reivindicativas. Algunas son auténticos clásicos: "La revolución será feminista o no será", "no quiero ser valiente, quiero ser libre", "nos quitaron tanto que terminaron por quitarnos el miedo", "mi cuerpo no quiere tu opinión" o "no seré una mujer libre mientras haya mujeres oprimidas"... Y hay otras frases que quizá no son tan conocidas, pero que invitan a la reflexión por su profundidad. Un ejemplo claro es esta atribuida a Simone de Beauvoir: "No se nace mujer, se llega a serlo". Tengámosla presente.

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