Opinión

¡Menuda tropa!

¡QUÉ PAÍS! O mejor dicho: "Joder, qué tropa!", que así se manifestaba el recordado Álvaro de Figueroa, conde de Romanones y quizá el político que más ha enriquecido el anecdotario español. Mientras el mundo se enfrenta a una pandemia de consecuencias sanitarias y económicas cada vez más preocupantes, aquí perdemos el tiempo con una moción de censura que sabemos de antemano que no va a prosperar. Y que solo sirve —como quedó patente en la larga e insustancial sesión celebrada ayer en el Congreso— para poner de manifiesto la falta de empatía entre nuestros políticos, el elevado grado de crispación, el intercambio de reproches y palabras gruesas, el afloramiento de dos Españas irreconciliables... Una moción defendida por Abascal que no se sabe si es contra el socialista Sánchez o el popular Casado, que, dicho sea de paso, se mueve en una ambigüedad que en nada fortalece su liderazgo.

La Cámara alta fue la más baja

Más bochornosa fue la sesión del día anterior en el Senado. Mª Adelaida Pedrosa (PP) pregunta "de mujer a mujer" a Irene Montero: "¿Está usted sumida a un macho alfa? ¿Se siente humillada?". Y la ministra le responde: "Yo me meto en la cama con quien me da la gana". ¡Qué nivel, Maribel!

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