UN PERIODISTA de A Coruña le preguntó el otro día a Eneko Bóveda si el Deportivo-Lugo se podía considerar un derbi o si era un partido "algo descafeinado" porque, según él, el auténtico rival de los herculinos es el Celta. El defensa vasco le contestó con elegancia: su argumentación le sonaba a "falta de respeto" al rival. Un respeto que el CD Lugo se ganó el domingo sobre el terreno de juego sacando un empate de Riazor, donde, por cierto, algunos desaprensivos que no representan a la caballerosa afición blanquiazul gritaron algo así como que "Lugo es una aldea" hasta que fueron silenciados por sus propios compañeros de grada. Pregunta: ¿qué sería A Coruña sin los lucenses y los descendientes de lucenses que la habitan? Como escribía este lunes Marcos Rodríguez en este periódico, no perdamos el tiempo con un debate estéril. La humildad y el respeto son valores esenciales. En el fútbol y en la vida.
Muchos fuera y pocos en casa
Unos mil seguidores rojiblancos se dieron cita en A Coruña. ¿Por qué tantos fuera y tan pocos en el Ángel Carro? El Lugo recibe el viernes por la noche la visita del líder. Será una buena ocasión para comprobar si esa tendencia empieza a cambiar.
