Opinión

Más que dos fotos

TRAS LA reunión de Alberto Núñez Feijóo con Ana Pontón y Gonzalo Caballero del pasado viernes, el siempre clarividente analista Martín G. Piñeiro sostuvo con acierto en estas páginas que la forma primó sobre el fondo. Y es que no hubo acuerdos palpables ni plasmables. Pero quizá en esta ocasión el valor intrínseco de la forma —y de las formas— sea lo realmente relevante. Porque la imagen con la que se queda la ciudadanía gallega es con la de tres líderes que, más allá de sus diferencias, logran dialogar y entenderse. Y eso ya es mucho en los tiempos que corren, donde —tal como vemos a diario en el Congreso y veíamos no hace mucho en O Hórreo— prima la descalificación, la bronca, el sectarismo, la alusión personal... A veces los grandes pactos empiezan por las formas. Sin una maniobra de aproximación previa no es posible nunca llegar a buen puerto. Esperemos que sea el caso de la política gallega y que haya más reuniones y más fotografías. De los tres juntos o por separado.

Cualquier día regresará la bronca

Lo del viernes no impide que luego suba el tono en el debate parlamentario o en campaña electoral. La política es escenificación. Pero a veces también tiene sustancia, como diría la ministra Calviño.

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