Opinión

Más humanos

EL DEPORTE tiene una cara atractiva, que es la competición, el espectáculo, el éxito, el ambiente en las gradas... Y tiene otra que pocas veces se hace visible: el esfuerzo previo, la resiliencia, la presión, la sobreexposición mediática, la frustración... Los extraños Juegos Olímpicos de Tokio 2020 —extraños por el horario, por la ausencia de gente en las gradas y hasta por celebrarse un año más tarde de lo debido— nos están mostrando ese rostro amargo, aunque quizá más humano. El calor extremo, las lágrimas de muchos deportistas al perder y, sobre todo, el bloqueo mental de la icónica gimnasta Simone Biles, que la obligó a renunciar a varias pruebas, nos permiten confirmar que los superhéroes son de ficción. Y que en la derrota también hay cierta grandeza.

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