Isabel Díaz Ayuso regresa de sus vacaciones en Ibiza con las pilas cargadas e inaugura el curso político a su manera: tomando la iniciativa para que otros tengan que seguir sus pasos. Por un lado lanza un desafío a Pedro Sánchez y al resto de presidentes autonómicos al poner a cero los tributos propios en pleno debate sobre las acusaciones de dumping hacia Madrid. Y por otro se postula para liderar el PP madrileño, algo que seguramente no le hace mucha gracia al alcalde José Luis Martínez Almeida, partidario de una tercera vía, y tampoco al presidente popular Pablo Casado. A fin de cuentas, no sería la primera vez que la presidenta de la CAM es un contrapoder para Génova. Que se lo digan a Mariano Rajoy, que aún tiene pesadillas con Esperanza Aguirre.
