Opinión

Lectura positiva

AUNQUE SEA por tercera vez y a fuer de parecer pesados, resulta inevitable volver sobre el tema del coronavirus. Precauciones, todas. Alarmismo, ninguno. Ahora que el pánico se ha apoderado de muchas personas y hasta de las bolsas, no está de más llamar al sosiego. Porque, como se sabe, el miedo es la peor de las pandemias. A pesar de los contagiados y de los muertos, hay motivos para hacer una lectura positiva. Por ejemplo, gracias al Covid-19 hemos recuperado hábitos de higiene y comportamientos que parecían olvidados —la inmensa mayoría no se lavaba con regularidad las manos y casi nadie tosía hacia el codo— y podemos valorar la calidad de nuestro sistema sanitario. Y hay razones para la esperanza.

Como dice Germán Bou, jefe de microbiología del Chuac, el progresivo aislamiento de infectados, la llegada del calor y el aumento de gente que se irá inmunizando ayudará a que en meses «esto quede en un mal sueño». Y añadiríamos: una vacuna.

El positivo de Ortega Smith

"Gracias Vox por no dejarnos entrar en vuestros actos". Con ese escueto e irónico tuit aludía este martes Jordi Évole al positivo de Ortega Smith y a la obligada ausencia de periodistas en Vistalegre.

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