Opinión

La contralectura

Más allá de lo evidente (el PSOE gana pero se complica, el PP sube, Vox pasa a ser la tercera fuerza, Podemos cae pero resiste y Ciudadanos se hunde), los resultados permiten formular observaciones que seguramente no van en la línea del ‘mainstream media’, que suele quedarse en la apariencia de los hechos. ¿El 10-N supone un espaldarazo para Casado? Relativamente. Con o sin barba, con o sin discurso moderado, el del PP es aún un líder en construcción que solo recupera parte del electorado que se le escapó en abril. Aspiraba a rebasar la barrera de los cien diputados y ni siquiera alcanzó la de los 90. Muchos votantes de Cs prefirieron irse a Vox antes que recalar en su partido, falto de conexión con la gente joven. ¿Queda muy debilidato Sánchez? Relativamente. Perdió tres escaños, pero solo el 0,67% de los votos. Para ser el principal culpable del bloqueo, no salió tan mal parado. Y podrá continuar en la Moncloa. 

Un tiempo de fragmentación 

De todos modos, PSOE y PP ya no son lo que eran y donde antes había bipartidismo ahora hay fragmentación, lo que dificulta la gobernabilidad. Es por ello que hay que recuperar la cultura del pacto. Hacen falta políticos y quizá sobran gurús.

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